Margarita nació en una de las ciudades del altiplano de Guatemala y poco después su familia se trasladó a la ciudad, donde ella y sus hermanas se criaron al mismo tiempo que se desarrollaba el conflicto armado interno entre los años 1960 y 1996. Su historia es similar a muchas otras en todo el mundo, donde los niños inocentes crecen inmersos en un ambiente asediados por una confrontación política armada.
En su relato, narra historias reales llenas de miedo, muerte, acecho y represión experimentadas como resultado directo de haberse criado en un país en guerra; el daño emocional plantado en su alma, así como las cicatrices y traumas que durante muchos años pesaron sobre su espíritu.
Como cualquier guerra, esta lucha fue causada por la búsqueda del poder, justificando como objetivo la igualdad social, el crecimiento económico y la preservación de la democracia, a expensas de innumerables víctimas inocentes, quizás representadas por toda una generación de personas marcadas que estaban atrapadas en medio de la Guerra.