Cada cuatro años en Guatemala se vive el ambiente de elecciones, a pesar de que muchos presidentes han tratado de extender su período presidencial, bajo el argumento de que no les dió tiempo de terminar sus proyectos.
Afortunadamente para el país, esto no se ha logrado, pues meses después de la entrega del poder al nuevo presidente, ha descubierto que el presidente anterior no realizó las obras que ofreció y el nuevo gobernante descubre robos y malversaciones que le permiten argumentar que le entregaron un país quebrado economicamente.
Esto lo he escuchado desde mi infancia, y cada cuatro años se repite la misma historia. Cada presidente llora ante la comunidad international la miseria en que se encuentra el país y hace su mejor esfuerzo para recaudar fondos de Estados Unidos y otras naciones extranjeras para que le ayuden a salir de la pobreza, aunque esté comprometiendo al país a mayores deudas internacionales.
Lo curioso es que a pesar de que el país está hundido en la miseria, los gobernantes dejan el poder enriquecidos con gruesas cuentas en bancos fuera del país y con propiedades que nunca en su vida pudieron pensar en comprar a través de un trabajo honrado.
La vida suntuosa de los presidentes de Guatemala, contrasta con la pobreza del país. Un país que tiene índices escandalosos de corrupción, un sistema de salud colapsado donde los hospitales nacionales no cuentan con insumos para los pacientes, un sistema educativo que no cumple con el derecho Constitucional que tienen los niños de recibir educación gratuita y de calidad, no hay seguridad en las calles, las carreteras se encuentran en mal estado, no hay oficina de servicios postales, los precios de la canasta básica son demasiado altos para los bajos salarios de la mayoría de los guatemaltecos y para agregar la guinda al pastel, el índice de desnutrición y pobreza son alarmantes.
Esto es lo que los presidentes americanos e internacionales deben de verificar antes de enviar dinero a los bolsillos del Presidente de turno y en lugar apoyar y supervisar el uso de fondos en proyectos que beneficien directamente al país y a los guatemaltecos.